Cualquiera que monta una bicicleta de carreras es un poco masoquista o, mejor dicho: ¡Los ciclistas de carreras tienen la capacidad de conducir y motivarse una y otra vez, aunque el grado de agotamiento sigue aumentando!
Cualquiera que corra bicicletas de carreras debe tener esta propiedad. Como solo me gusta medirme y también me gusta torturarme, me inscribí en mi primera carrera callejera. Ya tenía claro a principios de verano que había descubierto una nueva pasión y que me gustaría participar en una carrera. Eso también te impulsa durante el entrenamiento, por así decirlo. Punto sin retorno. Debería Carrera ciclista de los lagos de Schwerin ser, estaba de vacaciones para los Cyclassics en Hamburgo, también pensé que en Schwerin nadie me vería en caso de una falla total 😉
En primer lugar, ¡resulta diferente y en segundo lugar de lo que piensas!
Dtres semanas antes de la carrera tuve la que probablemente fue la peor gripe, incluido un resfriado, que jamás haya tenido. No tan mal, pensó, vete otra vez. pastel de hojaldre! El frío era tan persistente que no pude entrenar durante las tres semanas previas a la carrera 🙁 Constantemente vacilaba entre "Tienes que entrenar si quieres hacer la vuelta de 47 km en un tiempo razonable" y "Si no lo consigues". pues no se puede conducir". ¡Fue una pena! Elegí descansar. Al final, probablemente fue la decisión correcta. Puntualmente el 27 de septiembre de 2015 estaba listo para mi primera carrera.
A las 7:30 estaba en el stand del organizador para informar y recibir mi dorsal, maillot y transpondedor, que emoción. Pasé el tiempo que siguió paseando por Schwerin, lo que, por supuesto, es todo menos emocionante en este momento. Al menos pude comprar un delicioso café.
A partir de las 9:00 a. m. me puse cada vez más nervioso, después de todo se suponía que la largada sería a las 10:10 a. m. Adjunté el transpondedor a mi bicicleta y cambié. Después de que todavía había 7°C y niebla en la mañana, el sol se abrió paso a través de la niebla cada vez más y a las 9:30 a.m. ya hacía unos agradables 13°C. Los pantalones cortos y las mangas largas eran populares porque no quería correr el riesgo de volver a enfermarme.Poco antes de las 10 a. m. recibí el mensaje de que mi esposa y mis hijos habían llegado a Schwerin, en tren, y ahora caminaban en dirección al castillo, donde se suponía que debía comenzar la carrera. No pude verlos antes del comienzo, pero al menos sabía que me estarían buscando.
A las 10:00 a. m., los pilotos comenzaron la vuelta de 100 km; no pensé que podría hacerlo todavía. Después de que los conductores se fueron, se fueron 47km Pilotos en la salida, justo antes de que 400 pilotos y pilotos se agolparan en la parrilla de salida. A las 10:10 a. m. en punto, sonó el pistoletazo de salida y todos se movieron lenta y cortésmente detrás del vehículo líder. Todas las personas que se alinearon en la ruta y saludaron fueron muy amables, muy conmovedoras.
Mientras conducía por el centro de la ciudad, me empujé poco a poco, pero por supuesto con mucha calma y cautela. Cuando salió de Schwerin, el ritmo aumentó significativamente. Me sentí bien y fuerte, aunque noté que mis pulmones no tenían el volumen completo disponible, después de mi resfriado. El área alrededor de Schwerin es realmente hermosa e invita a andar en bicicleta. ¡Volveré, lo prometo! La carrera fue muy y grandes accidentes. En el último tercio, sin embargo, se volvió un poco más extenuante (al menos puramente subjetivamente), sentí que había más pendientes que en el resto de la ruta y ahí es donde definitivamente necesito entrenar en pendientes, ¡¡y entrenaré!! !
Pero pronto estaba llegando a su fin y apenas había pasado el letrero de la ciudad de Schwerin cuando llegué al directamente a casa. Todos los conductores fueron recibidos con muchos vítores, ¡eso es bueno!
Totalmente plano, porque condujimos mucho más rápido de lo habitual, según el transpondedor. 39 km / h – Entonces vi a mi familia saludando y eso se sintió muy bien.
Después de eso, me estiré un poco y me calmé, pero luego volví a cargar mi bicicleta de carreras en el auto. Uf, qué día y estaba muy orgulloso de mí mismo. Pero ahora también quería saber qué tan bueno era y un vistazo a la lista me dijo que tenía 37 años, qué bueno. Superó mis propias expectativas diría yo. Incluso más orgullosos que antes, fuimos a Schwerin a comer algo y había una buena hamburguesa.
Conclusión: La carrera me pareció genial, el clima estuvo bueno y no hubo gente desagradable allí, todos fueron amables. Y la próxima vez también haré la vuelta de 100 km.